martes, 17 de julio de 2012

Soñar, soñar y soñar

Ahhh… soñar, que tan simple hecho humano podemos encontrar, donde están nuestros deseos más sinceros, más ocultos, más privados, personales y delicados, donde por un ápice de segundo somos realmente felices realizando aquello que queremos, que anhelamos más fervientemente, estamos con quien estamos sin importar las distancias, olvidados las discordias, los dolores, las decepciones, todo, sólo uno, ahí, haciendo lo que se le viene en gana, lo que tu mente guía, no dañando el corazón ya rasgado, cuidándolo, protegiéndolo, como quien protege una rosa del penetrante y frio invierno, como quien acurruca a su hijo; puedes volar, correr, gritar, saltar, todo está permitido, puedes reír y llorar, danzar con el alma, amar por completo, hacer eso que hace tanto no haces, sentir, casi, por un segundo, que es real todo lo que ocurre, por un segundo, pensar mientras sueñas que todo aquello es posible y lógico, que importa que la tierra sea azul, que los cielos sean verdes, que los mares rojos y con fuerza arremeten contra la luna, que te puedes hundir y ahogar en un prado de lilas. Sí, todo es posible, todo es como quieras que sea, pero por un momento me pregunto, ¿podré soñar, soñar y soñar? Aunque el tiempo pase, aunque el mar se congele, aunque mi corazón esté hecho mil y un pedazos, aunque mi mente este desequilibrada, ¿podré soñar?, ¿podré soñar?... cuántas veces será necesario repetirlo para encontrar la tan rebuscada respuesta, cuántas veces tendré que hacerlo para encontrar como seguir soñando. En mis sueños eres lila, eres azul, rojo, verde y amarillo, no me dañas como el fuego, no me dejas como las gaviotas, estás ahí, tan felices, tan constantes, realizando nuestras metas, siendo “felices”, pero ahí está el detalle, ¿cómo todo va a ser tan perfecto? Ahí es cuando despierto, parpadeo, muevo la cabeza y espero no soñar de nuevo, porque rompes mi corazón, mi alma, mis esperanzas y deseos, porque apareces cuando quieres, y desapareces dos segundos después, porque te vas en cuanto pestañeo y solo quieres vivir como un sueño, algo efímero, algo sin finalidad alguna, alguien que en realidad no existirá nunca. Siempre fuiste un sueño!

martes, 3 de julio de 2012

Entre Querer y Necesitar.

Ya se me hace común y un poco chistoso decir que la situación es complicada, siempre lo es, siempre hay algo que me impide que el día vaya 100% bien, que los bajones, que las peleas, que las ganas de mandar todo al carajo, pero bueno, no lo hago, me quedo pensando, sintiendo esas “cosquillitas” dentro de mí, muy similares a las que dan cuando uno está nervioso, si, sé que las conocen, la cosa es que me dan cuando realmente necesito con urgencia a alguien a mi lado, cosa que se ha vuelto realmente difícil en estos días, es muy escasa la gente que se cruza en mi camino, y me sorprende la capacidad que he tenido para alejar a muchos en este último tiempo, me gustaría que fuera completamente diferente la situación, me gustaría no necesitar tener a alguien a mi lado, y ahora que lo recuerdo en mis últimos escrito lo he mencionado más de alguna vez, que no quiero tener la necesidad de tener a alguien a mi lado cuando estoy mal, quiero salir por mi cuenta, quiero permitirme avanzar con mis propias piernas y no con bastones, pero a veces me siento tan incapaz de eso y quisiera por un momento, sólo por unos minutos volver el tiempo, ser niña, disfrutar un abrazo más de mis amigos, un beso más de ese pololo de la niñez, si, ese al cual aún le tengo un aprecio y cariño enorme, pero que ya no está cerca, por un instante olvidar todo lo que me ha traído a este punto en mi historia, pero la realidad, el cable que me mantiene en la tierra es tan distinto, es tan enredado y confuso (incluso leerlo resulta complicado) que muchas veces son tantas las ganas y tanta la necesidad de tener a alguien, de que alguien simplemente me abrace, fuerte, firme, que no permita que me desmorone de un segundo a otro, que lo bloqueo y con todas mis ganas, con todas mis fuerzas me convenzo de querer estar sola, a pesar de necesitar algo distinto, porque en tantas ocasiones me he visto así y nunca nadie ha llegado a mi lado, siempre hay algo más importante que hacer, alguien más cercano que ir a ver, la flojera es más grande y así es como van sumando y sumando las excusas, que ya llegan a un punto en que me siento tan despreciada y que resulto ser un estorbo para tantas personas, para tantos que considero mis “amigos” y para que seguir engañándome, a mis “amigas” las invito a comer con tal de que pasen tiempo conmigo, y a mis “amigos” ja!, mis amigos, con ellos tengo sexo, sí, simplemente así, y aun así no se quedan mucho tiempo, solo hasta que se aburren, es entonces que debo empezar a buscar alguien más, alguien que quiera estar medianamente conmigo, que quiera hablar, pasear y reír un rato, lamentablemente ya casi no existen personas así, siempre hay otro interés de por medio, inclusive de estos que considero mis amigos, me ignoran fácilmente, aunque todo lo que necesito es hablar cinco minutos, me preocupo por ellos buscando olvidar mi propia vida, pero no me resulta últimamente, no sé qué hago, pero creo tener el don de alejar a quienes me importan, hasta aquel que le prometí estar ahí, hasta ese que intenté ayudar por todos los medios posibles, hasta ese que yo empecé a querer tanto, me bloqueó la entrada de llamadas al celular, y lo más triste es darte cuenta de que eso ha pasado con un amigo, dejas de servir, dejas de alegrar, dejas de estar siempre bien y pasas de ser útil a ser una molestia, la mina que llama a cada rato, que manda sms, que manda mail a diario, que te escribe en el Facebook, y yo ahí me pregunto, tan difícil es decir “no quiero hablar contigo”, es cierto que es un golpe duro y directo, pero no insistiría tanto, porque luego se quejan de que una los deja de lado, y ahí no hay quien los entienda, ahí es cuando me confunden y me hacen sentir esa necesidad de tenerlos cerca, una hora con un amigo, un fin de semana de risas, de manera voluntaria, pero no, siempre es en base a ruegos, a caritas, a amenazas de que me dará algo si estoy sola y realmente, ¿de qué sirve estar bien con unos “amigos” a los que no le interesa, si estás mal y es lo mismo? Realmente entre querer y necesitar, prefiero querer estar sola, alejarme de todos y no molestar más, que necesitar a las personas para salir adelante, para sentirme acompañada, para sentirme una amiga.